domingo, 11 de julio de 2010

RH -

Me estoy asustando de mi propia mente. Ultimamente me convertí (en mi interior) en lo que tanto había despreciado siempre, en lo que estaba absolutamente segura que NUNCA me iba a pasar. De a poco se empezó a apoderar de mi la idea chota e inservible de que cuando quiera tener hijos no voy a poder. Es decir, quiero tener hijitos, muchos pocos, uno...alguno. Pero, siempre hay un pero.
Se me ocurren varias cuestiones en est instante asi al azar como que,
El padre nunca va a llegar a destino.
Voy a pasarme muchos años boludeando.
Nunca voy a tener el coraje de admitirlo.
Me desespera saber que siempre estuvo ahi y nunca me di cuenta. Ahora que ya todo se fue al bombo, que ya nos dimos cuenta que no habia tanto amor, cuando di vuelta la hoja descubri que habia un jardin con más colores y sensaciones únicas. Pero, siempre hay un pero. El seguia ahi y yo no me daba cuenta. Esperó.
Hasta que no esperó más y todo cerró como un circulo perfecto.
No me arrepiento.
cuando estuve abierta a que me lo explicaran entendi todo.
Cerré la historia de una vida pasada, aunque me duela admitir que quizas el haya sido el padre de los hijos que no tuvimos.
Había una fuerza más poderosa que nosotros mismos que nos unia y nos unia, una y otra vez. Ante la mirada atónita del resto del mundo, que jamás entendió por que seguiamos volviendo, porque seguiamos buscandonos. Ni siquiera nosotros sabiamos porque.
Es que la sangre tira a más no poder. Y es así, no me cabe ninguna duda.

No hay comentarios: