sábado, 26 de junio de 2010

cosas que pasan II

Como hago para que entiendas? No hay mucho que explicar tampoco.
Es que fueron meses livianos, se hicieron así.
Sin querer queriendo, me llegó la hora de partir. La verdad es que había una parte de mí que quería quedarse en el subsuelo. Aunque no había luz ni aire, ahí me sentía más viva que nunca. Revoluciones continuas en los sentidos hicieron el abismo entre lo que fue y lo que vendría.
"Ya sé, yo te idealizo demasiado".
Después de la mutua clandestinidad, los silencios densos por miedo de dar el paso y palabras al azar llegó un día. El día de sol (aunque ya era de noche) en que nos lanzamos al escalofrío. *Dame un beso*. Y fue lo más. A mis 25, había sentido el primer beso, después de haber besado tanto, fue como si nunca hubiera dado uno.
Se fue. Me quedé sentada en la cama todavia sintiendo sus labios en los mios (si te lo robé).

Para que explicar la complicación que fue.


"Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al revés. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto."
Del capítulo 93 de Rayuela

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