En mi escasa educación religiosa, por no decir nula (doy gracias a Dios, je, que a mis viejos no se les ocurrió hacerme tomar la comunión, confirmación, etc) me llega a los veinticuatro la bendita teología. Si Rocío, jodete, vos te quisiste cambiar a una universidad católica, privada, garpar, y recibirte. Algunas convicciones se me fueron al tacho. Confieso.
Como se hace para estudiar e internalizar algo con lo cual no concuerdo ni el punto ni la coma. Donde se tilda a los filósofos dialécticos de "Herejes" y la edad media resulta ser ahora la edad de oro de la humanidad.
Igual
No hay mal que por bien no venga. Entre estudiar derecho en una universidad pública plagada de abogados y jueces fascistas, que en una clase de derecho politico te digan "en esta universidad lo único que falta es que las cucarachas tengan representación en la Asamblea universitaria".
O elevar mi pensamiento a la iluminación divina de los santos evangelios. Me quedo con esto. Aunque me pese a mis comienzos de estudiante militante.
Solo Dios sabe que es el séptimo día
el abismo y la luna en el séptimo día
no descansaré...
2 comentarios:
Gran Title!!!!
Amén!!!!!
je!
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