lunes, 3 de noviembre de 2008

Dónde dormir

alguien quería colchón de hojitas, yo quiero tirarme y que me agarren...

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Dejó pasar los ministerios (el rosa, el blanco) y la serie de comercios con brillantes vitrinas de la calle Central. Ahora entraba en la parte más agradable del trayecto, el verdadero paseo: una calle larga, bordeada de árboles, con poco tráfico y amplias villas que dejaban venir los jardines hasta las aceras, apenas demarcadas por setos bajos. Quizá algo distraído, pero corriendo por la derecha como correspondía, se dejó llevar por la tersura, por la leve crispación de ese día apenas empezado. Tal vez su involuntario relajamiento le impidió prevenir el accidente. Cuando vio que la mujer parada en la esquina se lanzaba a la calzada a pesar de las luces verdes, ya era tarde para las soluciones fáciles. Frenó con el pié y con la mano, desviandose a la izquierda; oyó el grito de la mujer, y junto con el choque perdió la visión. Fue como dormirse de golpe.

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La noche boca arriba - Julio Cortázar

1 comentario:

Anónimo dijo...

rocha a full. 1º arlt ( en el verano lei "los lanzallamas" y luedo vi una obra aca en cordoba
"lsd: los siete dementes" adaptacion de ambos libros), 2º cortazar...
saludos fluyen desde cordoba